Alcanzar la perfección, unirse al paso de las nubes, rozar
con tus manos el cielo no es más que una mera ilusión, una quimera en el
torbellino de los días.
BG, dans mon tourbillon.
Alcanzar la perfección, unirse al paso de las nubes, rozar
con tus manos el cielo no es más que una mera ilusión, una quimera en el
torbellino de los días.
BG, dans mon tourbillon.
La actual campaña de los medios de comunicación, la insistencia en las consignas, la apropiación del discurso progresista, la anulación de la política, la sumisión al medio digital, la unidireccionalidad de los mensajes, el bombardeo constante, la cosificación del sexo, todo ello nos ha conducido a una sociedad servil, desarmada y envilecida al máximo. Nada hay que hacer, salvo ponerse a buen recaudo de todo esto, y no va a ser fácil hacerlo.
Básil Bey "El de las dos estrellas"
Dahpne a Ethan : Considero que cada uno debe hacer lo que tiene que hacer para no sentirse una victima de la vida, vale? Utiliza la imaginación.
The white lotus, 2x7.
Básil Gianaclis, rex nemorensis
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Así todo irá mejor, aunque tú no puedas disfrutarlo.
BG
Los caminos que conducen a la verdad son altos, claros y limpios, pero también son solitarios, raros y fríos.
BG, camino de Oliphant Castle.
El ser humano no es el "buen salvaje" ideado por Rousseau. El ser humano es el MAL SALVAJE, ese ser destructivo que maltrata a los suyos y se maltrata a sí mismo, provocando el caos, el dolor y la muerte allá por donde pasa.
GV
Corolario: Debemos prepararnos pues para vivir esa pulsión, para protegernos de sus efectos y para reconducir estos hacia la sabiduría, la razón y el entendimiento de nuestra propia naturaleza.
BG
“¿A dónde irán?” me pregunté, mientras el sonido de los
címbalos se apagaba en mi memoria y el rumor del viento me devolvía a la
realidad. “¿A dónde irán?” me pregunté
de nuevo, esta vez en voz alta, y desperté en mi cama, sumido en un intenso
estupor.
Gora Vorontsov, 2002.
“El segon cel, imaginat
en una nit d’estiu a la vora del mar”.
Jaume Sisa
El bosque de Nemo está situado en un lugar cercano al monte Klossowski, en el centro de la isla de Crisoelephantina. Para ello es necesario pasar por la ciudad de Ültima, cuyas ruinas aún se pueden ver n lo alto de una colina. Después hay que pasar una estepa semidesértica, a cuatro mil metros de altura. Allí vive una tribu de nómadas Ultmenos.
El sacerdocio de la Diosa A nice Pair Faith esta vetado a los hombres del mundo real. Para convertirse en rex nemorensis (“rey del bosque”, como rezaba su título oficial) debía matar a quien ostentaba el cargo. Para un fantasma huido, llegar hasta el santuario era en sí mismo todo un reto. Debía despistar a los guardianes y a los perros, quitarse el aro de hierro que solían llevar los fantasmas alrededor del cuello, con su nombre. Luego tenías que sobrevivir, alimentarte de lo que encontrases en el bosque o de lo que robases en las granjas y dormir al raso. Si te escapabas en invierno, el frío iba a ser tu principal problema. Te convenía evitar los caminos y los centros poblados, pues algún vecino podía reconocerte o algún viajero que no le hiciese ascos a las recompensas podía descubrir tu condición. Además corrías el peligro de que te asaltase un grupo de bandoleros. Lo mejor era viajar solo de noche, guiándote por las estrellas.
Si al cabo de unos días, quién sabe si semanas, lograbas divisar a lo lejos entre los árboles el templo de Faith, podías considerar que habías tenido suerte. Y, sin embargo, lo más difícil, puede que lo peor, estaba aún por llegar. Dentro del recinto del santuario, había un árbol sagrado que ningún hombre libre podía tocar. Debías dirigirte hacia él y partir una de sus ramas. Desde ese momento te convertías en aspirante a rex nemorensis: acababas de retar al combate al sacerdote. Quizás él te llevaba observando desde que entraste al santuario y ya te esperaba con la espada en la mano. O quizás no. Puede que estuviese durmiendo o distraído y pudieses sorprenderle y acabar con él. El rex nemorensis tenía que estar preparado para defenderse en todo momento, es decir, podían atacarle de improviso. Sin embargo, otras fuentes hablan de un combate singular, lo que sugiere un enfrentamiento más ritualizado. En cualquier caso, sería raro que el sacerdote de la Faith del bosque no estuviese alerta día y noche, vigilando quién entraba en el santuario. No se sabe si la costumbre preveía ofrecer un arma al aspirante o si tenía que haberla robado por el camino.
Collar de hierro de los fantasmas de Elephantina. En la inscripción dice: «No soy libre, debo pagar mis culpas. Si me atrapas debes cortarme una parte del cuerpo y enterrarla en el mismo sitio. Después déjame partir».
Como fantasma fugado ahora solo tenías una cosa a tu favor: la desesperación. Ya no te podías volver atrás. FUG de fugitivus en la frente para que nunca se le volviese a ocurrir intentarlo. Eso era lo que te esperaba si ahora te echabas atrás. Lo único que te podía salvar era olvidar el hambre, la sed y el cansancio, bajar la cabeza y lanzarte contra el sacerdote. Quizás supieses luchar o simplemente tuvieses suerte y consiguieras coserle a puñaladas para convertirte en el nuevo rey del bosque. O tal vez no y todo esto solo había servido para acabar muriendo con las tripas en la arena a los pies de un árbol sagrado.